La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) manifiesta su fuerte rechazo a la prorroga decidida en el día de hoy por el Gobierno Nacional de las restricciones a las exportaciones de carne vacuna establecidas en el decreto 408/2021.
Incomprensible
medida que provoca que pierdan todos los actores de la cadena cárnica,
consumidores, e inclusive el país en su conjunto debido a la disminución de
ingresos por exportaciones y por la pérdida de confianza internacional ante los
cambios permanentes en las condiciones comerciales.
Pierden los
trabajadores de toda la cadena de carne vacuna. Los trabajadores de la
industria frigorífica, tal como detallo el Sec. Gral. de FESITCAR Gabriel
Vallejos en el pasado Consejo Abierto de CARBAP, pierde ya que hay múltiples
reportes de suspensiones, reducciones horarias, adelantos de vacaciones y
parada de frigoríficos. Ello redunda en pérdidas de ingresos que ronda el 40 %
del salario real y de fuentes de trabajo para este sector. También pierden los
trabajadores de la cadena bovina que se dedican a la genética, a la cría, a la
invernada, al feed lot, al transporte de
ganado, a la comercialización, poniendo en riesgo fuentes de trabajo genuino
que en la Argentina hoy escasea.
Pierden los productores
ganaderos. Los productores pierden por el impacto en los valores de la hacienda;
los consignatarios pierden por el menor volumen de comercialización; los
frigoríficos pierden por menor producción y mayores costos;
Pierde el
consumidor. Porque las restricciones hacen caer la producción, y con menor producción
los precios de la carne aumentarán. Y a eso hay que sumarle el menor poder
adquisitivo de los argentinos por la caída del salario real, con lo cual el
consumo de la carne vacuna caerá.
Pierde el país
en su conjunto. Porque por las restricciones se pierden exportaciones por 100 millones
de dólares por mes, divisas que Argentina necesita para su movimiento económico.
Lo cual ralentiza la economía, sobre todo del interior del país, ya que las restricciones
generan menor producción, es decir menor recaudación, menor inversión, menor
empleo y menor actividad económica. Pierde el país como proveedor confiable de
carne vacuna en el mercado mundial.
Preocupa la
imposibilidad de los funcionarios, encabezados por el mismo presidente de la
Nación Dr Alberto Fernández, de revisar y levantar las restricciones, lo cual vuelve
a hundir al sector en una instancia de imprevisibilidad, desconfianza, desazón
y suspensión y/o migración de inversiones a otros países y actividades. Para
una actividad de planificación de largo plazo como es la ganadería, las medidas
electoralistas y alejadas de las necesidades reales del país atentan contra su
futuro. Perdemos todos, pierde la Argentina.
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