Desde la Confederación
de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa manifestamos nuevamente,
como lo venimos haciendo desde el año pasado, la preocupante intervención “indirecta”
que ocurre en los mercados granarios. CARBAP reitera su rechazo a cualquier
forma de intervención en los mercados.
Denunciamos en Olavarría
en el pasado mes de agosto, que desde el Estado Nacional y desde la cadena se
han realizado “acuerdos tácitos” de comercialización que impiden la normal puja
por los productos y como consecuencia el productor obtiene un menor precio que
el que debería recibir finalmente.
Este accionar, sumado
a la distorsión cambiaria, promueve que los productores estén recibiendo unos
4263 millones de dólares menos en trigo y unos 9 mil millones de dólares menos en maíz, los cuales no siempre quedan en
su totalidad en manos del Estado.
Se vuelve a repetir la
misma historia ocurrida a partir del 2007 desincentivando el cultivo de trigo,
a pesar de las expresiones “voluntariosas” del Ministro de estar trabajando en
incrementar el área cultivada. La “administración con inteligencia de los saldos exportables” por parte
del Estado, permite desde un escritorio, seguir decidiendo discrecionalmente
quien gana y quien pierde en la cadena, de acuerdo a su poder de lobby y de
“persuasión”.
El combo letal de distorsión cambiaria
(dólar oficial a $ 101), más derechos de exportación y fijación de precios de
referencia por debajo del valor real, impide darle rentabilidad a un sector que
tiene todos sus insumos dolarizados al valor real (dólar insumos $ 189) y con cada
vez menos rentabilidad. Los “bienes culturales”, al decir del Ministro están en
su peor momento.
Desde CARBAP instamos a reveer el accionar
político de espaldas al productor, que solo conlleva a perder la credibilidad, retraer la confianza y, por consiguiente, la
inversión y la producción. Es solo cuestión de recordar lo sucedido en 2015, cuando
al liberarse las restricciones, las producciones tanto de trigo como de maíz
casi se duplicaron. El campo esta para aportar a las soluciones de los problemas
de nuestro país, siempre y cuando le dejen expresar su potencial libremente.