La valorización que la denominada “vaca descarte” experimentó en los últimos años a raíz de las compras de China, repercutió positivamente en el bolsillo del tambero promedio y contribuyó a aliviar tanto la situación de quebranto recurrente del negocio lechero como la falta de financiamiento.
El cierre intempestivo de las exportaciones de carne bovina parte de premisas falsas tales como que existe una competencia entre la mercadería destinada al consumo interno y la del comercio exterior, y que los productores tenemos mucha influencia en la formación de precios. Por el contrario, sí observamos el perjuicio que causa - tanto a nuestras empresas como al consumidor – las distorsiones del mercado interno derivadas del control de precios como principal herramienta para combatir la inflación.
Es por eso
que los tamberos de la
provincia de Buenos Aires solicitamos a las autoridades
distritales:
1) que
intermedien ante el gobierno nacional para que revise la
medida adoptada en
defensa del trabajo genuino de todos los bonaerenses en
general y de los
productores de ganado de carne y leche, en particular y
2) se convoque a la Mesa Lechera Provincial para encarar los temas que apremian a la lechería bonaerense.
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