La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa participa del Congreso de ALASA -Asociación Latinoamericana del Seguro Agrícola- que se celebra en Cartagena de Indias, Colombia por intermedio del ex presidente Arturo Navarro, especialista en temas de seguro agrícola.
Más de 150 participantes, entre representantes de gobierno, directivos de compañías de seguros, reaseguradores, entidades financieras y representantes de los productores de 19 países de Latinoamérica se congregan en este encuentro que fue inaugurado por el Ministro de Agricultura de Colombia y tiene como objetivo analizar y debatir la problemática del seguro agrícola en todo el continente.
Las exposiciones de representantes del IICA y de la OMC definieron al seguro agrícola como indispensable para el productor y la producción, razón por la cual recomendaron al Banco Mundial y al BID la necesaria promoción de los aportes necesarios para el desarrollos del seguro en Latinoamérica como una forma de aumentar la producción y los alimentos , una mejor calidad de los mismos y especialmente para poder arraigar a los productores en sus lugares de trabajos especialmente de los pequeños productores.
El accionar que en Latinoamérica desarrollan en conjunto entre el sector publico y privado –es decir el estado, aseguradoras y los productores -esta respaldado por leyes que determinan las políticas de estado, con el fin de darle previsibilidad al sistema.
Vale mencionar que el seguro en todos los países no es obligatorio, y no existen leyes de emergencias agropecuarias como en la argentina, al considerar que dichas herramientas desactivan el uso del seguro agrícola. El seguro agrícola en todos los países es reconocido por el estado como más barato para las arcas fiscales al asumir el costo de la prima de seguros y de esa forma incentivar el uso del mismo.
En los países con mayoría de pequeños productores, se asume el costo de la prima del seguro al 50% o más, llegando hasta el 80% en algunos casos.
Los países Incentivan las políticas de estado para el uso del seguro agrícola como primer paso para poder contar con una política anti riesgo climático en el futuro. Las mismas están muy relacionadas al uso de buenas prácticas agronómicas, de rotación de cultivos y al uso de nuevas semillas mejoradas porque aseguran que los cultivos respondan mejor ante factores climáticos adversos.
Dichas políticas incentivan el cambio cultural en el uso del seguro. Todo lo previsible se asegura y lo no previsible se atiende con fondos catastróficos desde el estado nacional y los estados provinciales.
Para poder acceder al fondo catastrófico el productor tiene como condición tener asegurados los bienes asegurables en su predio.
En la mayoría de los países los créditos se acuerdan con la garantía de un seguro endosable al banco. En todos los casos se utilizan las tasas de interés como un complemento para que los bancos no tengan carteras en moras por los riesgos que el productor tiene por invertir a la intemperie.
Quedo como conclusión de todas las exposiciones un marcado crecimiento de los riesgos en el sector por el Cambio Climático, motivo por el cual la recomendación es asegurar todo los bienes asegurables para achicar los riesgos de los desastres y catástrofes.
Contactos de Prensa:
Arturo Navarro (Miembro Consejo Asesor CARBAP) 011- 15 4044 2147
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario