Llevamos más de cinco años afrontando gravísimos problemas para comercializar nuestro trigo, que es para muchos productores el principal y único cultivo posible.
Las restricciones al libre comercio impulsadas por el gobierno nacional y refrendado por distintos Ministros y Secretarios, hicieron que alegando la defensa de la mesa de los argentinos y el agregado de valor en origen los productores trigueros suframos una quita de un tercio del precio FAS teórico. Quita que no se refleja en los precios que deben pagar los consumidores por harinas y panes.
El Secretario de Agricultura de la Nación descubrió días pasados que existe lo que el dió en llamar “trasvasamiento” de recursos, entre exportadores e industria y el precio que realmente recibe el productor, y además defendió la política de Roes.
Sr. Secretario lo que para usted es trasvasamiento para nosotros los productores trigueros es sencillamente “un robo” que con anuencia del Estado nos aplica industria y exportación.
Tenemos una producción disponible de trigo cercana a las 12 millones de toneladas, necesitamos poder comercializarla con rentabilidad para poder seguir sembrando trigo, caso contrario vamos seguir perdiendo los productores y los consumidores.
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