Los números hablan por si solos, y en los últimos tres años el stock de vacunos cayó en casi 4.200.000 cabezas siendo las categorías mas afectadas las de vacas y terneros/as, las cuales marcan la clara tendencia del sector.
En la provincia de La Pampa la situación es similar con el agravante que la actividad agropecuaria es mayoritariamente ganadera. Casi 1.200.000 vacunos menos tiene la provincia de La Pampa con una fuerte presencia de vacas y terneros/as entre las categorías más afectadas.
Quien pretenda recomponer volumen aumentando el peso mínimo de faena en el contexto vigente, vuelve a cometer los mismos errrores que nos han llevado al estado actual, agravando aun más la situación.
Es incierto que podamos recuperar en los próximos dos años el 10 por ciento del stock ganadero argentino, que se fue perdiendo en los últimos tres años debido a las erróneas políticas y al constante desincentivo de la actividad.
El hombre de campo esta acostumbrado a convivir con la naturaleza, y a sobrellevar los inconvenientes que esta genera –como la sequía-, pero para nada esta acostumbrado a soportar políticas de gobierno que a contrapelo de los ciclos biológicos, manosean, interviene y atacan persistentemente al sector sin rédito alguno.
No se puede afirmar como verdad, que el Estado es quien debe marcar las estrategias y los demás actores, participar y acompañar en conseguir los propósitos. Basta observar lo ocurrido del 2005 al 2010. Las políticas de estado, como lo debería ser la política ganadera a aplicar, debe consensuarse entre todos los actores para darle la continuidad necesaria que el país necesita, mas allá de las circunstanciales administraciones.
La destrucción de la producción llevada adelante por este gobierno es un daño inmerecido para el país en general, y para un sector en particular que ha sabido construir silenciosamente el país profundo durante cientos de años.
Estado de Situación
El estado de situación actual de la ganadería es incierto, imprevisible y para nada alentador. La industria frigorífica esta padeciendo las consecuencias de la caída de stock, provocando consecuencias sociales preocupantes ante el cierre de los mismos, los despidos de trabajadores y las perdidas de fuente de trabajo.
El estado de situación actual de la ganadería es incierto, imprevisible y para nada alentador. La industria frigorífica esta padeciendo las consecuencias de la caída de stock, provocando consecuencias sociales preocupantes ante el cierre de los mismos, los despidos de trabajadores y las perdidas de fuente de trabajo.
Las provincias de Buenos Aires y La Pampa han perdido desde el año 2007 al 2009 más de 5.000.000 de cabezas, provocando en los sectores relacionados preocupantes consecuencias.
El stock ganadero nacional, de acuerdo a datos oficiales, ha descendido de casi 60 millones de cabezas a casi 51 millones de cabezas (59.717.057 vacunación 2006 contra 50.480.735 vacunación 2009).
La Mesa de los Argentinos
Poco a poco se van cayendo las mascaras con las que se ocultaron las erróneas medidas bajo pretexto de cuidar y proteger la mesa de los argentinos. Pudo tal vez los cientos de millones de pesos invertidos en publicidad en medios masivos distraer a muchos ciudadanos que creyeron que nuestro reclamo era meramente sectorial. El reclamo de CARBAP, que desde el año 2005 en soledad comenzó a advertir sobre estas medidas –y que la puso en conocimiento de los medios con una medida de fuerza realizada a inicios de 2006- siempre tuvo como propósito garantizar una sostenida oferta de carne para todos los argentinos y al mismo tiempo poder cumplir los compromisos internacionales que han hecho reconocida nuestra carne en el mundo entero, y de la cual nos sentimos orgullosos. Decíamos que si las erróneas medidas proseguían y no se modificaban a tiempo, se iba a reducir la oferta de carne, e inevitablemente iba a aumentar el precio si la demanda interna seguía sostenida. Esto mismo fue ratificado con trabajos realizados y presentados por AACREA en la Asamblea Ganadera de Olavarría.
Hoy la situación no ha cambiado, y por ello el Consejo Directivo de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa pasó a un cuarto intermedio y se declaró en estado de sesión permanente en defensa de la ganadería nacional.
